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José Rojas |
Este proceso se da de
forma natural. Es un proceso
anaeróbico y
metabólico que realizan ciertas bacterias y hongos. Esto ocurre gracias a que los
microorganismos tienen la glucosa presente en algunos alimentos y la transforman en
ácido láctico y
dióxido de carbono.
Las bacterias que producen el ácido láctico son el
Lactobaccillus,
Lactococcus,
Leuconostoc y
Streptococcus thermophillus. Estos microorganismos responsables de la fermentación se encuentran en la leche, en productos de origen v
egetal e inclusive en la tierra.
El ácido láctico, que es la sustancia resultante de la fermentación, transforma ligeramente la
composición de los productos. Estas transformaciones, bien aplicadas, ayudan a su
conservación en inclusive mejoran sus
propiedades nutricionales.
Éste ácido tiene un sabor suave y reduce el
PH de los alimentos. Esta transformación hace que los productos se vuelvan
inhabitables para algunos microorganismos que ocasionan su
descomposición.
Gracias a ello es posible
alargar la vida de los productos sin necesidad de
refrigeración o
procesos químicos.
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José Rojas |
La presencia del dióxido de carbono también es importante para la conservación de los alimentos. Esto es posible porque reemplaza el
oxígeno y de esta manera
estabiliza sustancias que ayudan en la descomposición y preserva el
color de los productos.
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José Rojas |
Una ruta para el metabolismo del
piruvato (continuación de la glucólisis) es su reducción al
lactato a través de la fermentación láctica. La glucólisis necesita de glucosa y de la coenzima
NADH+ necesario para continuar la
glucólisis y obtener energía (
ATP's). Este tipo de fermentación es responsable de la elaboración de productos
lácteos acidificados ya que el ácido láctico tiene excelentes propiedades conservantes de los alimentos.
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