jueves, 1 de marzo de 2018

Herramientas del metabolismo.

José Rojas
En todas las reacciones químicas que ocurren en la naturaleza se produce una transformación de sustancias iniciales llamadas sustratos, en sustancias finales llamados productos. La velocidad de estas reacciones debe ser tal que resulte útil para los sistemas vivos. Para esto es necesario que el sustrato se “active”, de forma que sus enlaces se debiliten para facilitar su ruptura. Este paso se conoce como complejo activado. Para formar el complejo activado se requiere energía. Esta energía se obtiene por elevación de la temperatura o invirtiendo mucho tiempo para conseguir la energía necesaria.

*Las enzimas:  Son moléculas de naturaleza proteica. En nuestras células existen unas proteínas especiales, llamadas enzimas, que se encargan de disminuir la energía que necesita el sustrato para transformarse en producto.

Las enzimas pueden actuar de dos formas: fijándose a través de enlaces fuertes al sustrato para debilitar sus enlaces y disminuir la demanda de energía necesaria para romperlos, o atrayendo los sustratos a su superficie para aumentar la posibilidad de encuentros y facilitar la reacción.

Características de las enzimas:

Muchas enzimas solo trabajan en presencia de una sustancia adicional, que puede ser orgánica o inorgánica. Si la sustancia es orgánica se llama coenzima. Si la sustancia es inorgánica se denomina cofactor, es el caso de algunos minerales como el zinc, el hierro o el manganeso.

Acción de las enzimas:

Las enzimas ejercen su acción uniendo o separando moléculas que van a reaccionar.

Para ello, las sustancias que reaccionan se acercan y se unen a la enzima en su Centro Activo, interactúan con los aminoácidos de la enzima, reordenan sus enlaces y generan el o los productos.

Algunas enzimas solo actúan cuando está presente una molécula llamada coenzima o cofactor.

*ATP: Es un nucleótico compuesto por una molécula de adenina (base nitrogenada), un azúcar ribosa y tres fosfatos. La ruptura de estos enlaces libera esa cantidad de energía para las actividades metabólicas celulares.

La energía para mantener la vida proviene de la degradación de moléculas orgánicas, que el organismo ingiere como alimento. Esta energía se almacena en una sustancia llamada Adenosin Tri-fosfato (ATP) que su función es captar la reacciones exotérmicas y almacenarla para que posteriormente sea transferida a los procesos endotérmicos.

José Rojas

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