|
José Rojas |
Se descubrió en 1929 pero no fue sino hasta 1944 con que a partir de la evolución de la industria farmacéutica y con el desarrollo de la medicina se conocieron las funciones en el organismo. El ATP es una molécula energética que está compuesta por 3 elementos fundamentales como lo son la base nitrogenada, una azúcar y un grupo fosfato. Está a cargo de transportar las moléculas de energía para que las células puedan generar reacciones endergónicas o anabólicas.
Es una
fuente energética necesaria para todas las formas de
trabajo biológico, como la contracción muscular, la digestión, la transmisión nerviosa, la secreción de las glándulas, la fabricación de nuevos tejidos, la circulación de sangre, etc.
Constituye una forma de
almacenar y
producir energía en compuestos o enlaces de alto valor energético.
El ATP es la
fuente directa de energía para la actividad muscular. Es una molécula que está formada por
adenina,
ribosa y tres grupos fosfatos.
El ATP se origina por el metabolismo de los alimentos en unos
orgánulos especiales de la célula llamados
mitocondrias. El ATP se comporta como un coenzima, ya que su función de intercambio de energía y la función catalítica (
trabajo de estimulación) de las enzimas están íntimamente relacionadas. La parte
adenosina de la molécula está constituida por adenina, un compuesto que contiene
nitrógeno (también uno de los componentes principales de los genes) y
ribosa, un azúcar de
cinco carbonos. Cada unidad de los tres fosfatos (trifosfato) que tiene la molécula, está formada por un átomo de fósforo y cuatro de oxígeno y el conjunto está unido a la ribosa a través de uno de estos últimos. Los dos puentes entre los grupos fosfato son uniones de
alta energía, es decir, son relativamente débiles y cuando las enzimas los rompen ceden su energía con
facilidad. Con la liberación del grupo fosfato del final se obtienen
siete kilocalorías (o calorías en el lenguaje común) de energía disponible para el trabajo y la molécula de ATP se convierte en
ADP (difosfato de adenosina). La mayoría de las reacciones celulares que consumen energía están
potenciadas por la conversión de
ATP a
ADP incluso la transmisión de las
señales nerviosas, el movimiento de los músculos, la síntesis de proteínas y la división de la célula. Por lo general, el ADP recupera con
rapidez la tercera unidad de fosfato a través de la reacción del
citocromo, una proteína que se sintetiza utilizando la energía aportada por los alimentos. En las células del
músculo y del
cerebro de los
vertebrados, el exceso de ATP puede unirse a la
creatina, proporcionando un depósito de energía de
reserva.
|
José Rojas |
La liberación de energía proviene de la
hidrólisis del ATP en difosfato en adenosina (ADP), al separarse los enlaces fosfato mediante la introducción de una molécula de agua (hidrólisis), se
obtienegran cantidad de energía: Los fosfatos (ATP-PC), el
sistema glucolítico y
el sistema oxidativo.
|
José Rojas |